Ikim Brown’s story lends resilience and hope to those who suffer from gun violence. Ikim is an example of how even when one’s life may be almost seen as over, he was able to persevere and help those who go through what he faced.
At age 17, he retaliated against a police officer, and though never convicted of the crime, he received jail time for more than a decade. During this time, Brown got into a fight with a prisoner over a small matter, leading him to question how useless violence truly is, unless it is used in self-defense.
After his experience in prison, he realized that he never wanted to go back, “they turn you into a number,” he explains. Upon his release from prison in 2008, Ikim worked several jobs before joining KAVI (Kings Against Violence Initiative). Ikim helps to support Fort Greene civilians dealing with violence by providing resources for recovery such as therapy sessions and financial aid. This is no easy feat as many people are hesitant about accepting help. Some of the cases Brown sees are gruesome and end in death. Due to this violence, he hopes to continue fighting for an end to gun violence. To do this people must solve their trauma, “I think everyone is dealing with trauma, you got to address it.”
Ikim is a loving father and grandfather, striving for a generation with less violence and safer communities. After all, an incident at 17 did not define his life or its great possibilities.
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伊金·布朗的故事给那些遭受枪支暴力的人带来了韧性和希望。伊金就是一个例子，即使一个人的生命几乎要结束了，他仍然能够坚持下去，并帮助那些经历过他所面临过的事情的人。
17岁时，他因报复了一名警察，尽管从未认罪，但他被判入狱十多年。在此期间，布朗因为一件小事与一名囚犯打架，这让他质疑暴力到底有多大用处，除非是用于自卫。
在监狱经历之后，他意识到自己再也不想回去了，“他们把你变成了一个数字，”他解释说。2008年出狱后，布朗在加入“国王反暴力倡议”(KAVI)之前做过几份工作。伊金通过提供治疗课程和经济援助等资源，帮助支持格林堡平民应对处理暴力事件。这不是一件容易的事，因为许多人对接受帮助犹豫不决。布朗见过的一些案例非常可怕，最终以死亡告终。由于这种暴力事件，他希望继续为结束枪支暴力而斗争。要做到这一点，人们必须解决他们的创伤，“我认为每个人都在应对创伤，你必须解决它。”
伊金是一位慈爱的父亲和祖父。他努力让一代人拥有更少的暴力和更安全的社区。毕竟，17岁时发生的事并没有定义他的人生以及他人生的无限可能。
La historia de Ikim Brown ofrece resiliencia y esperanza a quienes sufren la violencia de las armas de fuego. Ikim es un ejemplo de cómo, hasta cuando parecía estar al final de su vida, se puede perseverar y ayudar a quienes pasan por lo que él pasó.
A los 17 años, tomó represalias contra un agente de policía y, aunque nunca fue condenado por el delito del que se le acusaba, recibió una condena de más de una década de cárcel. Durante ese tiempo, Brown se peleó con otro preso por un asunto de poca importancia, y esto le hizo cuestionar la utilidad de la violencia, a menos que se use en defensa propia.
Después de su experiencia en prisión, sabía que nunca quería volver, “te convierten en un número”, explica. Tras su liberación de la prisión en 2008, Ikim tuvo varios empleos antes de comenzar a trabajar en KAVI (Kings Against Violence Initiative- Iniciativa Reyes Contra la Violencia). Ikim ayuda a apoyar a los civiles de Fort Greene que se enfrentan a la violencia, proporcionando recursos para la recuperación, como sesiones de terapia y ayuda económica. No es una tarea fácil, ya que muchas personas se resisten a aceptar ayuda. Algunos de los casos que Brown encuentra son espantosos y terminan en la muerte. Por esta violencia que ocurre, espera seguir luchando por el fin de la violencia armada. Para avanzar en esto, las personas deben resolver su trauma: “Creo que todo el mundo está lidiando con el trauma, hay que responder a esto”.
Ikim es un padre y abuelo amoroso que trabaja por una generación con menos violencia y comunidades más seguras. A fin de cuentas, un incidente a los 17 años no definió su vida ni sus grandes posibilidades.
